22-09-2009
Al cumplirse los 86 días de lucha y resistencia del pueblo heróico de Honduras en contra del golpe militar, este día comenzó la caída del régimen golpista con la llegada del depuesto presidente Manuel Zelaya a Tegucigalpa. Una enorme movilización de masas, de todos los rincones del país, empezó a llegar a la ciudad capital para recibir al presidente Zelaya, para exigir su restitución y para poner fin al régimen golpista que encabeza Roberto Micheletti.
Desde temprana hora, una vez que en la mañana se esparció la noticia del regreso del presidente, miles de hondureños llegaron primero a la sede de las Naciones Unidas y luego marcharon hacia la Embajada de Brasil para recibir a Zelaya. Ahí, el presidente Zelaya se entrevistó con una comisión del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado. Inmediatamente los golpistas movilizaron a miles de soldados y oficiales de la Policía Nacional para atemorizar e intentar detener a la incontenible oleada de hondureños que gritaban ¡Si se pudo! ¡Si se pudo! Las agresiones y las intimidaciones de las fuerzas militares del régimen, durante todo el día, no lograron atemorizar ni desanimar esta demostración pacífica, pero militante y dispuesta a resistir. Entonces, el régimen decretó el estado de sitio a partir de las 4 de la tarde y Micheletti lanzó una amenaza pública de mayor represión en contra del pueblo. Pero a este pueblo heróico ya nadie lo detiene.
A pesar de la maquinaria de la represión del régimen golpista de Micheletti, con muertos, heridos, encarcelados y desaparecidos, el pueblo, agrupado en el Frente Nacional de Resistencia en Contra del Golpe de Estado, las marchas, los bloqueos, los actos culturales de protesta y las concentraciones de masas no cedieron y por el contrario, se generalizaron a través de todo el país la oposición al golpe. Desde un principio, la resistencia fijó muy claramente sus objetivos:
1. La restauración de la presidencia legítima de Zelaya.
2. La celebración de una Asamblea Constituyente
3. Reformar la Constitución para construir una verdadera democracia popular y soberana.
Ahora se inicia la construcción de la democracia popular que movilizó a millares de obreros, campesinos, mujeres, indígenas, afrodecendientes, maestros, estudiantes, derechohumanistas y pueblo en general, desde el domingo 28 de junio cuando los militares derrocaron al presidente Zelaya, lo deportaron a Costa Rica y luego instalaron un presidente usurpador.
Pero además entra la étapa más difícil de la lucha ya que el régimen golpista, acorralado por la lucha popular, puede recurrir a la represión sangrienta para intentar asirse del poder. Los próximos días, serán los días más difíciles para la lucha de resistencia.
Por lo anterior, La Vía Campesina hace un llamado urgente a sus organizaciones miembros, a los movimientos sociales aliados y a todos los pueblos del mundo a estar en alerta roja y a desplegar la solidaridad internacional más amplia posible para detener cualquier intento de represión trágica en contra del pueblo hondureño y sus dirigentes, y para asegurar la inminente caída del golpe. Hacemos un llamado a conformar misiones internacionales para acompañar al pueblo hondureño en los próximos días, a demandar que sus gobiernos actuen ahora para dar fin al régimen golpista y a recabar fondos para apoyar económicamente la lucha.
¡GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERANZA!
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